Odio a La Gente...

Por lo regular nunca escribo al menos que sea algo que tenga que ver con la música, pero hoy de verdad que no es el día para hablar de eso, además de que no escucharé nada que no provenga de la cuerdas bucales del señor Dylan.

En fin mientras hago este post me encuentro atendiendo la papelería de mi madre, la verdad es que no soy una persona muy sociable, de hecho casi todos los amigos que he hecho en mi vida son circunstanciales, se me atravesaron en el camino, a muchos o casi todos no los elegí, y casi siempre yo no fui el que hablo primero.

Como sea, cuidar y atender una papelería no es lo mejor del mundo y sobre todo cuando te tocan los clientes más tontos, despistados, indecisos y delicados (sobre todo esta última) del mundo, ¡me caen mal!, no lo se estaba de buenas por la tarde pero mientras el día transcurrió me hicieron enfadar cada vez más y más, con sus estúpidos errores e indecisiones, con sus preguntas obvias, con su forma de ahorrar tan a lo tonto, con sus malos chistes esperando a que les sonría y en lugar de eso les respondo con un indiferente y mal encarado: ¿qué va a llevar?... noto sus caras de enojo, pero no es algo que me importe, no los voy a tratar con rosas, odio a las señoras que piden y no se llevan nada, odio vender monografías y a las personas que se acercan y que no conozco y que solo hacen que me levante del lugar para no comprar nada, me molesta de sobre manera que pidan productos en extremo incoherentes como: mochilas (¿qué haría yo vendiendo mochilas en una colonia popular del Distrito Federal?) o monografías de "paisajes" ¡haganme el puto favor! ¿como es una monografía de un "paisaje"?, o que pregunten por mi mamá si ya saben que este día ella no esta, ¡por Dios! me han visto cinco años todos los lunes aquí y ¿aun no lo saben?, me encabrita la gente que pretende cambiar su billete de gran denominación comprando un mapa de 50 centavos ¡a quien se le ocurre!, pero lo que más odio definitivamente es que me dejen el dinero sobre el mostrador cuando ya estire la mano para recibirlo ¡de verdad nunca hagan eso!, es muy molesto.

Si lo se me comporto como un intolerante, como un antisocial de lo peor, como un amargado, como alguien que prefería no tener contacto humano, pero no es así, me fascina el contacto humano (de todo tipo siempre y cuando sea con alguien del sexo opuesto ¡ja!... mal chiste lo siento), bueno las relaciones humanas se me hacen sensacionales, no podría yo vivir sin ellas, pero no con gente que porque paga piensa que te puede tratar como quiera, no con gente que es tonta, gente que no comprende que hay más allá de ahorrar tres pesos en su lista de útiles escolares, si los comprendo que con la situación que vive el país es muy difícil ganar el dinero ¿pero no creen que hay cosas más importantes?, como enseñar los valores fundamentales de una buena convivencia a los niños o como pasar más tiempo con ellos en vez de ver el "fut", pues esto aún no lo se no tengo hijos y tal vez nunca los tenga.

Pero ¿por qué escribo todo esto?, pues bien el fin de semana no me trato tan bien, me di cuenta de que hay amistades que no serán para siempre, por dos razones: la primera y la que menos me importa, es por una traición o mentira o abandono o como lo quieran ver pero bueno esa no es tan importante es mejor darse cuenta en situaciones como esas que en otras más delicadas, la segunda es la que de verdad me importa, pues hagan de cuenta de que el "karma" se las cobró muy caro con uno de mis mejores amigos, y no porque su novia lo haya engañado o alguna cosa similar, sino por que a veces el destino se las cobra con quien menos piensas, y pues lo incurable es incurable, odio ese tipo de cosas, al menos si algo pasa esta vez si tendré tiempo de despedirme del que toma un camino que algún día tomare.

Pero bueno al menos no todo fue tristeza el fin de semana, el domingo me hicieron bastante feliz, todo el día fue de lo mejor que he pasado ya en mucho tiempo, fue genial (bien, mucho muy bien), desde el helado hasta el guardián de la justicia, las canciones que acompañaron la tarde, la estrecha calle verde, la foto mal tomada, los silencios no incomodos, los cigarrillos, el nuevo plan, de verdad que fue una tarde de domingo como no hay muchas, es algo así como escuchar los clásicos en casa pero multiplicado como por dos millones de sensaciones nuevas, fue muy divertido (Gracias...).

Además de que hay altas probabilidades de que cambie de anteojos, por unos más bonitos.

Pues bueno como diría un amigo blogger: no se porque escribí todo esto y no volverá a pasar lo prometo. Y si no hay canción hoy.